miércoles, 6 de febrero de 2008

A duras penas

Mojó accidentalmente el puño de su camisa, con los restos de transpiración del último vaso, que esperaban el paso del repasador, entre el ansia y la zozobra.
Sintió algo de pena de sí mismo, al verse reflejado en la botella, mientras encendía un cigarro más. Llevaba varias noches de insomnio bajo los ojos y la cabeza sucia y revuelta.
En definitiva, un aspecto magro, espantoso.
Eso era todo lo que el destino le había legado tras su última jugada.
Se entregó entero a la corriente, y lo depositó lo suficientemente lejos del objetivo, como para perder por el camino, las ganas de intentarlo de nuevo. Se la sacó de las manos así como así, sin preguntarle nada ni darle tiempo para madurar la decisión.
Rubia, ondulada, preciosa cabellera que un golpe de la vida le arrebató al consumar aquél accidente. Ese que talló la enorme cicatriz en su cuero cabelludo y que dejó de una vez y para siempre infértil, la zona occipital donde nunca más crecería nada…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

hola, soy nico al que le firmastes
ta buena la pagina y los 5 temas tmb
igual para mi los 2 mejores son
el 1ro y el 5to, saludos.

Araña Patagonica dijo...

glup!

Alexander Supertramp dijo...

No te había visto esta entrada. Bueno, muchísimas gracias por el comentario. Cuidate!